
Se inauguró el lunes, en el Centro de Exposiciones, en Recoleta. Hoy fui como mamá, munida de mi cámara de fotos para fotografiar "al nene" que estaba a cargo, por hoy, de un taller de cerámica para los chicos:


Había mucha gente, no me quiero imaginar lo que va a ser en las vacaciones de invierno. La feria estaba muy pero muy linda, lástima que le asignen un lugar que luego queda chico para la cantidad de niños que van, y además en vacaciones hay muchos que quedan sin poder participar de ningún taller por la gran demanda que se produce.
Estuvo todo lindo y Mariano contento, pero tengo una crítica a la escuela de cerámica: ¡podrían darle un refrigerio, aunque más no fuera, ya que representa siempre a la escuela!
El próximo miércoles va a estar Javier, me apena que no podré ir a verlo porque ya estaré en Salta. ¿Quién le sacará las fotos? ¿Con qué cámara? (Tenemos una sola y nos la llevaremos nosotros) Veremos cómo me las arreglo.
Era una feria del libro infantil, pero para mi perdición, también había libros interesantes para adultos. Así que sucumbí a la tentación (es irrefrenable) y me compré un libro con cuatro obras teatrales de Spregelburd. Ojalá pueda leerlo en el micro, estoy tratando de no empezar, pero ya me hice un poco de trampa...
1 comentario:
Me encantan tus post, como contas la vida diaria, ya siento que conozco a tus hijos de tanto verlos, jaaja.
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