sábado, 27 de junio de 2009

En los momentos que tengo libres y después de leer las noticias y el correo, paseo por los blogs que suelo visitar. ¡¡Qué vergüenza!! ¡Todas con tejidos y proyectos, y yo aún en veremos!

Como en la semana me es imposible tejer, por el trabajo primero y el cansancio después, mis planes eran terminar mi chaleco este fin de semana, pero todo está en mi contra... ¡¡mañana seré presidente de mesa!! ¿A ustedes les parece? Después de laburar toda la semana... ¡¡también el domingo!! ¡desde las 7:30 hasta que la suerte lo depare! Escucho y leo a quien dice que ser autoridad de mesa en los comicios es un honor, y me pregunto cuántas de estas personas lo fueron siquiera una vez en su vida ciudadana. Seguramente, la mayoría , no.

En fin, basta de protestar. Saqué un par de fotos a mi tejido eterno, para mostrar que algo estoy tejiendo, aunque sea de a poquito... Obviamente, aún le falta bastante, incluido el lavado (ahora está todo arrugado)


Para colmo de incomodidades, Manucho Mujica está in-so-por-ta-ble. Como ahora pasa mucho tiempo solo, cuando estamos en casa sólo nos quiere para él. Permanentemente llamando la atención: que le abramos la puerta para salir al patio, que al minuto quiere entrar, que trae la pelotita para jugar, que arrastra el plato para que le pongan leche, que quiere estar a upa, que quiere caricias... ¡¡Basta, Manucho!!






Bueno... ¿y para qué me trajeron a esta casa?


domingo, 21 de junio de 2009

¡hola, infancia!

Paseando por internet, conocí el blog de Marisa. Es una chica de mi generación, quien colecciona juguetes y objetos relacionados con su infancia ( y la de muchas de nosotras). Su muñeco favorito es el topo gigio, y pasé mis buenas horas en la compu revisando las entradas de su blog, para encontrara a MI topo gigio, porque yo también tengo uno, el juguete más querido de mi infancia
Se trata de un topito que en sus buenas épocas cantaba canciones. ¡Sí, las cantaba! Porque en la espalda tenía un dispositivo similar a un tocadiscos, y venía con distintos disquitos. Recuerdo una canción particularmente:

Se va, se va la barca
se va, se va el vapor,
y el lunes por la mañana
también se va mi amor.

Me levanto tempranito,
me voy derecho a la mar
a preguntarle a las olas
si es que lo han visto pasar...

(y ahí se escuchaba el llanto del topo)

Yo, contentísima, me dispuse a rescatar al topo del baúl en que sabía que lo tenía guardado. Pensaba que estaba impecable, porque realmente así lo recordaba, ya que en mi infancia mi mamá no me dejaba que les hiciera nada a los muñecos, sólo jugaba un rato y ella los guardaba. Así llegaron casi sin uso a mi vida adulta, en perfectas condiciones.



Pero había olvidado algo...

¡¡La llegada de mis hijos, ja ja ja!!

Totalmente opuesta a la forma de actuar de mi mamá, yo me propuse que mis hijos debían jugar con los juguetes, que para eso eran... Y bueno, llegaron los mellizos, que eran dos demonios de Tazmania, ¡¡y arrasaron con todo!!

¡¡Cuando lo vi!! Claro, entonces recordé que lo había guardado para preservar de las garras infantiles a ese muñeco que yo había amado tanto... Totalmente desnudo, le falta el ombligo (con el que se reiniciaba o paraba la canción) y parte del tocadiscos, además de los bigotes. Por suerte, en lo demás está muy bien.



Así que lo limpié y le hice como pude una remera y un pantalón (¡qué mala costurera soy, dios mío), y las imperfecciones de la costura fueron suplidas por mi cariño... Y así quedó mi muñeco querido; ahora que no hay niños en casa lo dejaré a la vista, ya no lo esconderé... (¡hasta que crezca mi nieto, porque si sale al padre o al tío, mamita queridaaa! )

Al que no le gustó ni medio fue a Manucho Mujica. El topo quiso jugar un rato con él, pero Manu... ¡¡no quiso saber nada de compartir la pelota!!

viernes, 19 de junio de 2009

rescate de labores olvidadas

El domingo pasado fui a San Telmo. Esta vez no compré hilos ni cintas, sino un viejo mantel bordado.
Me da pena pensar en el trabajo y el tiempo que le costó a alguien, en algún momento de su vida, bordar esto. Sé que es viejito, pero ¡cuánto valoramos las labores las que amamos ese delicado trabajo manual... ! Así que ahora es mío, sólo mío, y decora la mesita de la cocina, la que usamos cuando comemos "de a uno"
Además, este ¿mantelito individual? que me llenó de ternura... Como me pareció una mezcla de Tom y Jerry (cara de Jerry pero cola de Tom, o de ardilla, no sé), lo puse debajo del gato de cerámica:

Me gustaría que el día que yo no esté, alguien recate mis trabajos y los use diariamente, porque pongo mucho amor en cada labor, como seguramente lo hizo la bordadora de estos trabajos.

A ella, ¡mil gracias!

lunes, 15 de junio de 2009

el tejido en la literatura

Contestando el desafío literario de María Elena, y dedicado a Delfina, que se apasionó con el tejido de las medias...

Oda a los calcetines, de Pablo Neruda

Me trajo Mara Mori
un par de calcetines,
que tejió con sus manos de pastora,
dos calcetines suaves como liebres.
En ellos metí los pies
como en dos estuches
tejidos con hebras del
crepúsculo y pellejos de ovejas.
Violentos calcetines,
mis pies fueron dos pescados de lana
,dos largos tiburones
de azul ultramarino
atravesados por una trenza de oro,
dos gigantescos mirlos,
dos cañones;
mis pies fueron honrados de este modo
por estos celestiales calcetines.
Eran tan hermosos que por primera vez
mis pies me parecieron inaceptables,
como dos decrépitos bomberos,
bomberos indignos de aquel fuego bordado,
de aquellos luminosos calcetines.
Sin embargo, resistí la tentación
aguda de guardarlos como los colegiales
preservan las luciénagas,
como los eruditos coleccionan
documentos sagrados,
resistí el impulso furioso de ponerlas
en una jaula de oro y darles cada
día alpiste y pulpa de melón rosado.
Como descubridores que en la selva
entregan el rarísimo venado verde
al asador y se lo comen con remordimiento,
estiré los pies y me enfundé
los bellos calcetines, y luego los zapatos.
Y es esta la moral de mi Oda:
dos veces es belleza la belleza,
y lo que es bueno es doblemente bueno,
cuando se trata de dos calcetines
de lana en el invierno.

¡Besitos!



recuerdos

Marisín en jardín de infantes, con la señorita Rosita:



¡¡Y cuarenta años después...!!



Marisín en primer grado, con la señorita Lidia:

¡Y el sábado, con la mismísima señorita Lidia...!

¡¡Gracias , señoritas de mi infancia!!

sábado, 13 de junio de 2009

amor sin condiciones


Amo a este hombre.



Lo amo de todas formas.
Joven


...o no tan joven.




Vivo . Muerto.




Lo veo y soy Anita Ekberg por un instante...



miércoles, 10 de junio de 2009

¡por fin!

¡Al fin algo para mostrar en el blog!
No es que hubiese desaparecido, sino que en los últimos diez días no toqué una mísera aguja porque... ¡¡¡estuve corrigiendo y corrigiendo evaluaciones sin parar...!!!

Por suerte, el lunes terminé con el cierre de trimestre del último curso, así que ayer retomé el tejido. Y también afortunadamente, terminé la bufanda rara que me había encargado la amiga de Lucía. Hoy, antes de prepararlo para la entrega, le pedí a mi modelo exclusiva que posara para una sesión fotográfica.

Aquí, las fotos que me parecieron más lindas, y en las que se aprecian las distintas formas en que se puede usar la prenda:

Y bien, espero que les haya gustado, ¡y también espero poder terminar algo más dentro de poco!