El domingo pasado, día del amigo, nos reunimos "las chicas": Silvina, Mary, Marta y yo. Somos amigas desde hace como... ¡¡25 años!!, desde que empezamos el Profesorado de Castellano. Desde entonces transitamos juntas muchas cosas, nos acompañamos siempre, fueron naciendo hijos, creciendo, fuimos cambiando... ,pero siempre nuestra amistad resultó intacta. Y aquí estamos, en Las violetas (como siempre reunidas alrededor de la comida, qué bárbaras!!):
Aquí en otra ocasión, en casa, haciendo uso de los abanicos que nos trajo Mary de España :
Ellas cinco son mis amigas más antiguas. No, chicas, no dije las más viejas, ¡viejos son los trapos! El tiempo me regaló otros amigos y a todos los quiero, pero en esta ocasión quiero homenajear a estas "chicas" que me regalan su amistad desde hace tantos años.
Aquí en otra ocasión, en casa, haciendo uso de los abanicos que nos trajo Mary de España :
Son pocas las veces en las que nos reunimos en una casa. Cada dos otres meses nos juntamos en el centro y almorzamos juntas, sin hijos ni maridos. Y por un par de horas volvemos a tener veinte años, somos chicas y nos reímos sin reparos de cualquier tontería que nos hace gracia, hacemos catarsis contándonos nuestras penurias de docentes, nos damos fuerzas, nos acompañamos.
No son mis únicas amigas. También están las Marcelas. Marcela, mi compañera del secundario, siempre presente en mi vida. Aqué está un poco seria, pero no es lo más común en ella:
Y Marcela (Betty, bah), hermana de mi primer novio. Él quedó en el recuerdo pero ella y yo nos hicimos amigas para siempre. Aquí, con su hija Belén (¿quién es la madre y quién la hija?):
Ellas cinco son mis amigas más antiguas. No, chicas, no dije las más viejas, ¡viejos son los trapos! El tiempo me regaló otros amigos y a todos los quiero, pero en esta ocasión quiero homenajear a estas "chicas" que me regalan su amistad desde hace tantos años.¡¡Gracias, las quiero mucho!!
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