día del niño

Ayer fue el día del niño y nos reunimos en casa de mi papá. De los cuatro hermanos que somos, tres nos encontramos seguido porque vivimos en Lanús, pero con Raúl (el papá de Antonella) no nos vemos tanto porque vive en Villa Pueyrredón (son dos horas de viaje). Así que ayer vino con su familia por nuestros pagos, y estuvimos unas horas con Anto, que está vivísima y requetelinda:

Como mi sobrinita tiene muuuchos juguetes, mi regalo del día del niño fue casero y artesanal. Le hice un muñeco de tela: un gusano. Todo un logro, ya que no sé coser a máquina y tuve que hacerlo a mano, pero fue divertido y me gustó el resultado. Le apliqué unos corazones del estampado de otra tela, y como patas le puse unos cordoncitos de crochetina y en los extremos, unos cuadraditos de fibrofácil pintados. No pude sacar fotos porque Lucía se había llevado la cámara, pero mi cuñada Gabriela le sacó una foto en su casa:

Además tuvo otros regalos, por supuesto, pero lo que más le gustó me parece que fue el carrito de mercado. ¡Esta nena ya quiere salir a comprar, qué barbaridad!

Por su parte, Lucía festejó el día del niño con su primer trabajito. Ella y la novia de Mariano, Daiana, practican swing (no sé si se escribe así). Se trata de unos movimientos con unas cintas largas, algo así, para que se den idea:

O así (ésta es en casa, ensayando):

El caso es que las contrataron para que recibieran a los chicos en un espectáculo circense en Ezeiza. Yo las ayudé un poco con el vestuario, ellas se hicieron cintas nuevas (las que se ven en la foto) y hacia allí marcharon, felices. Les fue muy bien, aunque lamentablemente les robaron las cintas a las dos, pero bueno, tendrán que hacerse otras.

¿No estaban hermosas?

¡Hasta la próxima!