


Orgullosa, con su cuadro de las gallinitas, explicando "a la manera de Utilísima":
Tomamos mate, charlamos, me mostró los trabajos, le mandó un regalito a Lucía, me enseñó unos puntos de bordado español, me regaló muestras, me prestó dos revistas, ¡cuántas atenciones!
¡Qué grato fue compartir esas horas con vos, amiga!
Queda muy delicado, aunque tuve un par de errores con respecto al patrón original. Por un lado, la guarda blanca no tiene el punto ojo de perdiz (porque no me salió) sino unos ochitos chiquititos. Por otro, no tejí las mangas con agujas circulares, y por eso tengo que coserlas. El saquito no es tal, sino más bien un bolerito para bebé; Alejandra, quien es mexicana, en su blog lo llama "chambrita". Tampoco es para bebé pequeñito, pero dentro de unos seis meses lo va a poder usar, ¡los bebés crecen tan rápido!
Para hacer el borde de los laterales y la parte trasera, debí tejer con agujas circulares, que era algo que nunca había hecho. Estaba requeteentusiasmada, me calcé las agujitas y ahí me dije... ¿y ahora? ¿cómo agarrar estas agujas para poder tejer? ¡¡Qué desastre!! Yo acostumbro tejer sosteniendo la aguja derecha entre el brazo y el cuerpo todo el tiempo, y ahora no podía hacerlo porque eran como "mini agujitas". Me costó muchísimo, se me fueron las ganas de tejer pulóveres, medias y todo lo que ingenuamente había pensado hacer con agujas circulares... ¡Qué trabajo! Finalmente las domé bastante para tejer puntos al derecho; al revés, más o menos.
Hubiese querido actualizar el blog ayer, pero mis hijos se habían llevado la cámara: fueron a hacer una horneada a leña cerca de Escobar, en un horno que construyó uno de sus profesores del año pasado en una fábrica de ladrillos. Estas ocasiones no son muchas, y ellos se entusiasman como si fueran niños. Se nota que les gusta, salen de casa a las seis de la mañana y regresan a eso de las doce de la noche, cansados, quemados, sucios... pero felices. Se juntan varios para cada horneada porque al horno hay que alimentarlo con leña permanentemente, entonces se turnan para hacerlo.
Aquí, el horno cargado con las piezas de todos:
Lo publicó Ale en smbiosis.blogspot.com, junto con el patrón muuuy bien explicado. Hacía rato que lo había "marcado", y hoy me decidí.
Con respecto a los otros proyectos, al pulóver de Luci ni lo toqué, pero adelanté un montón en la cortina. Ya no me parece que tarde muchísimo en terminarla, si sigo con un buen ritmo de trabajo (y si continúo mi licencia en el trabajo, obviamente).
Por su parte, Lucía festejó el día del niño con su primer trabajito. Ella y la novia de Mariano, Daiana, practican swing (no sé si se escribe así). Se trata de unos movimientos con unas cintas largas, algo así, para que se den idea:
Se supone que debe quedar así:
Pero a mí me falta muuuuuucho, muuuucho... Me gusta cómo va quedando, pero no imagino cuándo podré verla finalizada:
El hilo es muy finito, y ya ni me acuerdo con qué aguja la estaba tejiendo. ¡Qué desastre!
3) Un pulóver para Luci que empecé para aprovechar restos de lanas que me gustaban. Ni lo fotografío porque es un bochorno. Empecé entusiasmada: hice la delantera, una manga y media (nunca tejo las dos al mismo tiempo porque me aburro)... Y ahí quedé.
Así que me propuse:
1) hacer unas cuantas vueltas de la cortina (no me voy a poner metas imposibles, ni pensar en terminarla)
2) terminar el pulóver
Y me autocastigué: no voy a comprar más lana hasta que no termine estas dos tareas.
He dicho.