Sí, dijo él, estoy contento porque salió bien, y sobre todo porque los esmaltes los creé yo mismo... Quería lograr un efecto... como de espuma de mar...
¡Está buenísima...! Javi... ¿por qué no vendés lo que hacés?
¡Ayy! Ese es el comentario prohibido... La respuesta es siempre la misma: " No lo quiero vender". Y después termina... ¡regalándolo al familiar o conocido que lo pida! Yo sufro: sé cuánto cuesta llegar a cada pieza terminada: el gasto de material, de horneadas (hornea varias veces cada pieza), el tiempo y el esfuerzo, las pruebas de los esmaltes...
Y ahí está mi proyecto: el día que me jubile, me gustaría empezar con un local para vender la producción de mis hijos. ¿O acaso lo que hacen no lo merece?
Aquí van algunas poquísimas cosas de todo lo que tenemos en casa :
No me falta tanto tiempo: cinco años, que seguramente pasarán rápido... ¿podré concretarlo? Yo no me rindo, y sigo soñando...
5 comentarios:
Vine a mirar la colcha otra vez y me encontre con estas maravillas de ceramica. Estan HERMOSAS!!! debes sentirte muy orgullosa de ellos tienen mucho talento. Me gusto la primera...la que esta rodeada de espuma de mar...de verdad que si parece espuma.
Ojala puedas cumplir tus suenos...te lo deseo de todo corazon.
Besos
Hola Marisa!! Tenes tu futuro asegurado, los trabajos en cerámica son maravillosos, tus hijos tan talentosos como la madre, felicitaciones!!
Besos Elena
Hola! pues yo estaba convencida de que los vendía... Son preciosos. Felicitale de mi parte. Besos!
Hola Marisa!! Gracias por pasar.
Felíz día del Amigo !
Besos Elena
Que maravilloso trabajo, decile que lo felicito, de corazón!
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