miércoles, 13 de enero de 2010

trabajos de abuela


Como un caño de los que pasan por el techo del taller-cocina se había averiado, Mariano me propuso: " Yo lo cambio, pero vos te tenés que encargar de Joaquín"
¡Habrase visto! ¿Cómo no voy querer cuidarlo?

Y ayer, cuidando a mi nietito de seis meses, reviví un poquitito lo que fue la crianza de mis hijos varones, y me di cuenta de que este pequeñito... ¡¡se parece a como era su padre!! ¿Y cómo era...? ¡¡Un diablooo...!!

Ay, por favor, esta criatura me dejó "de cama", con la espalda partida en dos, y (obviamente) no pude hacer NADA más que cuidarlo y vigilar que no se golpeara. Aún no gatea, pero quiere movilizarse y se arrastra un poco. Logró salir de la frazada en la que lo había acostado con sus juguetes y pudo tocar, babosear y hasta chupar el piso de la casa de la abuelita... Del móvil de origami que tenía en el patio no quédó ni el recuerdo, ja ja ja... Ya sé que si lo rompió fue porque se lo permití, pero la verdad es que... ¡ya no podía más con él! ¡¡Cuánta energía tiene!! Quiere gatear y quiere estar parado y/o alzado, pero... ¡sentado, jamás! Si me siento, pisotea mis piernas fofas y me duele hasta el alma; si me paro, camina sobre mi panza como si estuviese en el piso... ¡¡Ay, Joaquín, dónde querés ir!!

Aquí no es que hiciera frío, sino que en sus aventuras había quedado debajo de la frazada... ¡qué lejos está ese chupete!





Y Manucho Mujica, celosísimo, corría a acostarse en cada lugar que dejaba libre el bebé. Se llevaba su almohadón de huella perruna...



"¡Y a chupar la teta, que yo también soy un bebé, qué se creen!" (Obsérvese atrás al pobre Manucho de plástico todo descalabrado por Joaquín)





A la tardecita hice entrega de bebé a su papá. Quedé destruida y me faltaba encargarme de ordenar todo y de la cena.

¡Y así estaba él! ¡Una lechuguita...!




Me parece que la próxima vez, elijo subirme al techo y arreglar el caño yo misma...¡ja ja ja!

2 comentarios:

El rincòn de mi niñez dijo...

Mmmmm no te creo nada!!! Seguro que volverías a elegir la ternura de tu nieto aunque te deje de cama.
Está una belleza de hombrecito ya!! y solo seis meses? Dios mío que saludable se lo vé.
Un beso grande...Y tomate un técito de tilo

Luciana dijo...

No tengo hijos pero recuerdo de mis dias de cuidar nenes que los chicos pueden tener mucha energia... igualmente supongo que te habrás divertido un poco si lo pensas más descansada!
PD: ¡abramos el museo de Manucho!