miércoles, 7 de enero de 2009

lecturas

Ya que estoy con tiempo, les comento que terminé de leer el libro de Saramago que me regaló Javier ("La balsa de piedra"). Me gustó, aunque no tanto como otros del mismo autor que me fascinaron: Memorial del convento, Ensayo sobre la ceguera, El Evangelio según Jesucristo o Todos los nombres (estoy citando los títulos como los recuerdo, y no soy nada buena memorizando títulos, así que pido perdón si nombré mal a alguna novela)


Ahora bien... Para Navidad, pensé en regalar un libro a mi hermano y pedí alguna recomendación a mi profe del curso de poesía. Ella me aconsejó una novela de Celine: "Viaje al fondo de la noche", pero no la encontré en ninguna librería de Lanús, y no pensaba ir hasta Capital sólo para seguir buscándola, así que desistí y mi hermano recibió lo clásico: una remera.


Pero ayer, cuando salí del Banco, pasé por una de las librerías que había consultado... ¡¡Y ahí estaba, llamándome desde la vidriera!!




Ya estoy enganchadísima, y es de las novelas que prefiero: buena y con muuuuchas páginas, para mantener el placer de la lectura por bastante tiempo.

Y claro que eso me resta tiempo para las artesanías, pero ¿cómo podía negarme a su llamado?

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