regalitos

Había dicho que mostraría los regalos que mis hijos me hicieron para Navidad, y hoy lo cumplo.

Me encantaron, porque los tres pensaron sólo en lo que me gusta, y dieron en el blanco. Apostaron a tres de las actividades que más me fascinan: la lectura, el tejido y el origami.

Javier: una novela que no había leído de Saramago. Aclaro "que no había leído" porque muchos libros los leí y releí varias veces... ¡y volvería a hacerlo! Es La balsa de piedra, y gracias a ella estoy descansando un poco la espalda, porque la lectura es una de las pocas cosas que me pueden hacer suspender cualquier actividad artesanal:

Lucía: una hermosa pintura. Me pintó... ¡con mis lanas! Me encantan los colores, la expresión (siempre mirando hacia abajo, tejiendo), ese ovillo enooorme a mis pies, el hilo que se derrama del sol... En cuanto pueda y no me olvide, lo enmarco y lo cuelgo en casa:

Mariano: cha chan cha chan... ¡papeles para origami! Siempre quise tenerlos, pero como no los venden cerca de casa, tengo que conformarme con papeles para la compu, papel afiche, papel cualquiera, ja ja ja... Pero ahora sí, son míos... y me da lástima usarlos:

¡Qué hermosos colores! Hoy los estrené. Aprendí el magic rose cube , primero por supuesto en papel de taco común, y luego con los papeles nuevos:

De verdad es mágico, ¿no les parece? Para quien le interese, en la lista de blogs que leo están los dos de origami que más visito: la trenza y kaminomichi . En este último pueden encontrar, entre otros, los diagramas de esta hermoso plegado. Si les gusta, ¡sólo hay que animarse!