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Atenta a los reclamos (justificados) de Marta, aquí estoy de nuevo (¡perdón, Martita!).

Lo que sucede es que no tengo mucho para mostrar, porque terminé un pantaloncito para mi niet@, pero no le saqué fotos antes de regalarlo... Es chiquito, pero me llevó tiempo por lo tedioso, imagínense, ¡todo con punto jersey!. Lo tejí blanco con rayitas finitas verdes, más para distraerme un poco que por otra razón.

Además, cansada un poco de la ropa de bebé, me dediqué a la mañanita cuyo patrón publicó Delfina aquí. Ella la tejió como un bolero y le quedó súper canchero, pero yo no podría usar algo así por mis quilitos de más, y eso me preocupaba. No obstante, seguí el patrón al pie de la letra... ¡y quedó apto para mí! Claro que, como es grande, se me terminó el hilo y tendré que comprar más. La idea era utilizar los restos de hilo que había en casa, sin volver a comprar, pero bueno, llegué hasta aquí:

Lo abroché con un prendedor provisoriamente,y para la foto calculo hacer unas diez vueltas más, aunque según el patrón sólo me falten dos (si lo hago corto voy a parecer Coquito, el amigo del capitán Piluso).

El fin de semana pasado, Mariano estuvo en Plaza Francia vendiendo sus obras de cerámica y de sumi-e, y por ser la primera vez, le fue bastante bien. Las piezas de papel no pudieron venderse, porque los fiscales no consideran al origami una artesanía sino una manualidad (sin embargo, es una artesanía japonesa, pero bueno, donde manda capitán no manda marinero). Mi hijo se dio cuenta de que la pintura es más "vendible" que la cerámica, así que ahora está preparando más material para llevar. El que sigue es uno de los sobres que hizo: la primera foto lo muestra cerrado; la segunda, abierto. Adentro lleva papel para carta con una pintura chiquitita, que no fotografié:

Las siguientes son algunas de las pinturas chicas, sólo falta enmarcarlas:




El próximo sábado piensa ir a la feria de San Isidro... ¡Ojalá que tengas suerte, hijito!