Como estamos terminando el taller de nuestros hijos, mis gastos en lana se han reducido o más bien dicho, se anularon, ja ja ja ja...


Además el gasto de la construcción, tuve el gasto inevitable de la Feria del Libro. Aquí lo tenemos a Joaquín "leyendo", muy concentrado, uno de los libritos que le compré:

En la sala de estar tengo una cajonera donde guardo precisamente esos ovillos que me van quedando, y cuando el gordini me visita, le abro un cajón ... ¡para que haga lo que quiera! Y eso le encanta, tira un ovillo tras otro, los ve rodar, se los acerca a la piel... ¿Lo vemos en plena acción?

¿Y aquí? ¿Qué le ven de novedoso?

¡¡¡Sííííí´!!! ¡¡Joaquín ya camina!! Lo veo y no lo puedo creer... ¡una pulga caminando, y nada de darle la mano! Si le dan la mano, se sienta automáticamente, y aún no cumplió diez meses...

¡Grande, Joaquín, mi gordini!
¡Pero yo quiero tejer! ¿Y entonces?
Entonces, Marisín querida, es hora de usar todos esos ovillos que tenés ahí guardados, que te sobraron de alguna prenda, que compraste cierta vez porque sí, porque eran lindos, porque estaban baratos, etc etc etc.
Pequeños "logritos": unas fundas para las cuatro banquetas de la casa de mi hijo, que tenían la cuerina medio feíta...
También tejí un pulóver y un chalequito para Joaquín, a los que no les saqué fotos, y un saco gordo con la misma lana del abrigo de Manucho... ¡hermanitos, ja ja ja!
Además el gasto de la construcción, tuve el gasto inevitable de la Feria del Libro. Aquí lo tenemos a Joaquín "leyendo", muy concentrado, uno de los libritos que le compré:
En la sala de estar tengo una cajonera donde guardo precisamente esos ovillos que me van quedando, y cuando el gordini me visita, le abro un cajón ... ¡para que haga lo que quiera! Y eso le encanta, tira un ovillo tras otro, los ve rodar, se los acerca a la piel... ¿Lo vemos en plena acción?
¿Y aquí? ¿Qué le ven de novedoso?
¡¡¡Sííííí´!!! ¡¡Joaquín ya camina!! Lo veo y no lo puedo creer... ¡una pulga caminando, y nada de darle la mano! Si le dan la mano, se sienta automáticamente, y aún no cumplió diez meses...
¡Grande, Joaquín, mi gordini!