¡Tarde, pero ya llega la segunda...!
Luego de ver el trabajo de Lucía en Barracas, nos fuimos a Caballito, al Museo de Escultura Luis Perlotti. Allí, en la calle, entre otros artistas estaban Javier y Mariano.
Llevaron el torno, por supuesto, para trabajar en alfarería:
Pero además, junto con otra amiga, Lucía, armaron un horno y ahí no más, en la calle, hornearon algunas piezas. Este tipo de horneada se llama raku . Las piezas se sacan al rojo vivo, incandescente, luego se las cubre con aserrín y finalmente se sumergen en agua.
Aquí, preparando los pilotes para apoyar las piezas :
Controlando el horno (y de paso, comiendo; los artistas también tienen hambre,ja ja ja...)
Sacando las piezas:
Pasan por el aserrín...
Al agua...
El lavado de las piezas recién sacadas:
¡¡Voila!!
Algunas piezas hornedas esa noche en la calle:
Sin dudas, la mejor: una pieza grande, la última que hornearon. Por supuesto, pasó directamente a mi casa, ji ji ji...
Fue una noche preciosa... ¡Hasta Joaquín estaba feliz del trabajo de su papá!
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