va queriendo...

Y sí... ¡seguimos en carrera!

Todavía entre el desorden y el polvo, pero por lo menos terminó Gustavet la pintura de la sala, y ayer estuve limpiando y colgando algunas de las cosas que van allí. A propósito: ¡odio esa tareaaaa! (¿Y qué "tarea" no odiás, Marisín? ¡ja ja ja...!)

Este cuadro lo hizo Luci de regalo para Gustavo, en su cumpleaños. Yo lo veo hermoso, y de alguna manera "preside" la sala:

Una pintura de Javier, en una pared lateral:

Una pintura de Mariano, subiendo la escalera:

En el descanso... un tejidito de Marisín. No es gran cosa, pero me gustaba y no sabía que hacer con él , así que lo transformé en un "algo" colgable:

Mientras tanto, también retomé el tejido. La remera lila fue destejida y recomenzada, con dos piñas menos y todas mis esperanzas:

¡Ay! ¿Y si me queda chica o ajustada? Y bueno... ¡pasará a Luci, como tantas otras labores!

La primavera se está instalando ya en mi patio, y cuando puedo me siento al solcito a tejer, acompañada por mi fiel Manucho. Las azaleas, ¡enloquecieron!

A Manucho le encanta el sol (aún en verano se queda durmiendo sin temor a insolarse), y odia el frío y la lluvia, que le da miedo y cierta depresión... Esta semana sufrió precisamente por eso, y pasó horas durmiendo en el sillón:

¡Pobre Manucho Mujica Láinez, qué mal lo pasás!