Y sí, eso dijo Manucho:
"¡Al fin tengo mi pisito!"
Cuando Manucho Mujica bajó y advirtió que pisaba un nuevo suelo... ¡le agarró el ataque de alegría! ¡Era graciosísimo! ¡Corría de un lado para el otro (para mí que le gustaba el ruidito nuevo que hacen sus uñitas en el piso), agarraba la pelotita, corría y terminaba resbalandoo...! ¡Ja ja ja!
Aquí feliz, en el piso recién puesto ( y sucio, obviamente) después de la carrera de reconocimiento:
Claro, ahora hay que poner todo nuevamente en su lugar... Nos falta un montón pero estamos tratando de tomarlo con calma, por eso parece todo tan espacioso (una pena las fotografías sacadas de noche y con flash, pero de día no estoy en casa... snif...):
Y ahora, lo más importante: mi remera lila. ¡Parece que marcha bien esta vez! Aunque yo le veo un detalle que no me gusta pero bueno, ya está y no pienso desarmarla (cuando la termine les cuento), y aunque ese punto del cuerpo (medio punto, tres cadenas, medio punto) parece que no hiciera avanzar nunca el tejido:
¡Y en esta casa, cuantas cosas raras hay!, piensa Joaquín:
2 comentarios:
Buenisimo que ya vayas terminando las remodelaciones! ¿asi que un ataque de alegria a Manucho? jajajaja ¿ya recuperó su comportamiento normal antes del viaje que hicieron a jujuy? Besitos y ojalá pronto tengas un tiempo para disfrutar de tu casa y del tejido. A propósito, la remera te está quedando hermosa.
Qué precioso quedó!!
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