Pero claro, me entusiasmé demasiado con el proyecto de un saquito que vi en el blog de Diana, no soporté la ansiedad y me dije: si ya tengo la lana, ¿por qué no empezarlo?
Me dio trabajo, lo rehice varias veces (ya explicaré por qué) y no está quedando exactamente como el que ella posteó porque cometí un error y ya no quise volver a destejerlo. Sin embargo ¡me gusta mucho!
Ayer tuvimos una "noticia bomba": el bebé... ¡¡es un ÉL!! ¡Sí, ya sabemos que quien está llegando es ni más ni menos que Joaquín! ¿Se parecerá a mi hijo? En la ecografía le sacaron una fotito del rostro de frente, con la manito apoyada en la cara, y sí, me hizo acordar a Mariano recién nacido: rostro alargadito, anguloso, cara de pollito...
Así que luego de este saquito prometo solemnemente no tejer ya nada más de color amarillo ni verde agua... Creo que voy a emprender un saquito cuyo patrón subió Cristina, a dos agujas, que me gustó mucho. ¡Pero falta, Marisín, primero hay que terminar lo empezado!
1 comentario:
Eres una genia amiga, se ve linda la chambrita en esos colores.. seguiremos tejiendo al bebe.. besotes..
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